16.12.12

Un Padre es como un Alfarero. Isaias 63-64


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Ser un verdadero padre es mucho más que simplemente engendrar un hijo. Antes de pensar en engendrar, deberíamos preguntarnos: ¿quiero tener un hijo o quiero ser padre?
Querer tener un hijo es una de las decisiones más importantes en la vida de un ser humano, creo que es un momento trascendental y que debe de estar bien pensado, bien planeado y buscado con mucho amor… sin embargo, me pregunto cuántos padres realmente viven este proceso de búsqueda de un pequeño.

Una de las realidades que vivimos en pleno siglo XXI es que la mayoría de las mujeres y hombres viven la maternidad y la paternidad sin ni siquiera haberla buscado, es algo que llega, que sin más, aparece en la vida y con mucho miedo o sin pensarlo comienzan este nuevo camino en sus vidas.
Por otro lado, también encontramos papás que desean con toda su alma tener un hijo, sin embargo, el móvil principal para ser padres más que la llegada de un pequeño a su vida, es el hecho de ser padres. Creo que la obsesión de la paternidad o la maternidad también es algo que hay que replantearnos ¿por qué ser padres? Quiero un hijo para realizarme yo, o quiero a un hijo para que se realice ÉL en este mundo.
Ser un verdadero padre es ser un alfarero alguien que da forma. Jehová es nuestro padre. Antes de nacer el ya nos estaba formando. Salmo 139: 13 “Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Parte de la formación de un hijo es enseñarles y hacerles entender el camino que tienen que seguir. Salmo 119: 73 “Tus manos me hicieron y me formaron; Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
Antes de tener un hijo nosotros deberíamos estar formándolo en nuestra mente y en nuestro corazón, como quieres que sea tu hijo cuando grande, esa  es tu responsabilidad.
Lo importante de tener un buen padre es que con el todo lo tenemos, Jehová es nuestro padre y con el nada nos hace falta, ¿Qué necesitamos para tener su protección?
1. Aceptar que Dios es nuestro padre. Isaías 63: 16 “Pero tú eres nuestro padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce; tú, oh Jehová, eres nuestro padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre.” Cuando recibimos a Cristo en nuestro corazón pasamos a ser hijos de Dios. Juan 1: 12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
              1.1.El aceptar que Dios es nuestro padre nos obliga a tenerle honra o respeto.  Malaquías 1: 6 “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
            1.2.El aceptar que Dios es nuestro padre nos lleva a obedecerle. Lucas 6: 46¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?
2. Aceptar que nuestra vida está en manos de Dios. Isaías 64: 8 “Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.” Un verdadero padre es un alfarero y sus hijos barro para ser moldeado. Hay muchos niños de doce años que tienen hijos. ¿Tú crees que ya están listos para moldear la vida de alguien?
El alfarero siempre tiene un plan para el barro en su mente, el ya sabe que vasija quiere hacer. Efesios 2: 10 “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Dios ya sabe que lo que va a pasar con tu vida.
Dios ya tiene un plan contigo. Jeremías 29: 11 “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Deja que él te guie en dirección al  plan. Si luchamos en nuestras fuerzas tal vez nos quedamos cortos. Dios tiene para nosotros mucho más de lo que nosotros nos proponemos en nuestras fuerzas.
El barro no sabe lo que el alfarero va hacer con él. 1 Corintios 2: 9 “Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre,  Son las que Dios ha preparado para los que le aman
.” Nosotros como barro no sabemos qué plan tiene Dios con nosotros, pero si podemos estar seguros que Dios tiene grandes cosas para nuestra vida.
Dios utiliza las manos de otros para darnos forma: pastores, hermanos, pero en especial el utiliza las manos de nuestros padres. Un padre es un formador, pero si tan solo es un simple papá, en lugar de formar deforma.
Si quieres ser perfecto no te resistas a la formación que nuestro maestro alfarero quiere darnos. Romanos 9: 20- 21 “Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? 9:21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? 
El barro no se puede auto modelar. En la casa podemos leer la biblia pero es en la casa del maestro, en el templo donde Dios nos moldea. Jeremías 18: 1-4  “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: 18:2 Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
18:3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.  18:4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla
.
Esto es similar a lo que sucede cuando alguien tiene una venda en alguna herida de su cuerpo; en la casa el va a tratar de sacarse la venda con mucho cuidado y tratando de no causarse dolor, en este intento por lo general siempre termina no haciéndose bien la curación, provocándole en muchos casos problemas de infección. Si yo leo la biblia solo en mi casa, la puedo leer de acuerdo a mi conveniencia haciéndome pacito, tratando de no causarme dolor, de esta forma prefiero leer las partes de la biblia donde dicen que Dios es amor y que él no castiga.
La vida es como la rueda, giramos y giramos y muchas veces tenemos caídas y problemas. Que no entendemos que son para nuestro bien. Romanos 8: 28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
El horno son las pruebas que tenemos que soportar, si la vasija no es pasada por el horno no sirve para lo que fue creada.
La perfección del trabajo del alfarero depende del barro, se necesita de un buen barro, el buen barro es moldeable, nuestra disposición nos convierte en buen barro para crear una vasija excelente y perfecta.

¿Qué clase de barro quieres ser? ¡Esa es tu decisión!




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