17.11.12

Hogar dulce Hogar. Isaías 56


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El Hogar no es otro que donde habitan nuestros afectos más genuinos, esa voz que nos alerta del peligro, esa dulzura en la mirada sin más palabras. El Hogar, dulce hogar… es también aquel que te entendió y te supo perdonar en silencio aguardando en el fondo que te voltees a regresar a él. Hogar es más que un espacio silencioso y decorado, el Hogar es el lugar seguro donde sin temor descansamos recobrando nuestro aliento después de la ardua jornada.

El Hogar es y debe ser siempre ese aroma de remanso, esa sensación de que podemos dormir tranquilos porque habrá una suave voz que nos sabrá despertar.
El hogar es ese lugar de encuentro con los que amamos o lo más hermoso, el hogar el lugar de encuentro con nuestro(a). Amado(a).
Para el que ama su casa o su hogar, podrá estar en los mejores hoteles, con las mejores camas, pero nunca podrá disfrutar de su sueño como lo hace en su casa con su colchón tal vez duro, tal vez viejo. Pero con una paz y una felicidad única en el mundo.
La casa de Dios es el cielo, y su presencia está en todas partes, pero aquí en la tierra a dejado un lugar que es como su casa, y ese lugar maravilloso es el templo. Un lugar que debe ser como nuestro hogar con Cristo.
Para David el templo era la casa de Dios, un lugar donde podía sentirlo, disfrutar de su presencia, encontraba paz y amor. Salmo 27: 4 “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo
.
Cuando los hijos vivimos alejados de nuestros padres, porque nos hemos casado, porque estamos estudiando o trabajando, siempre dejamos un día e el cual vamos a visitarlos y a disfrutar de su presencia.
Dios también ha establecido un día para que lo visitemos y podamos disfrutar de su presencia al igual que de su amor. Y ese día el lo llamo día de reposo, un día donde descansamos de nuestras labores diarias para estar con nuestro amado.
Uno de los requisitos para estar bien delante de Jehová nuestro Dios es que andemos en justicia, que hagamos lo que a Dios le grada. V 1 “Así dijo Jehová: Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana está mi salvación para venir, y mi justicia para manifestarse.
La obediencia siempre  asido algo fundamental en nuestra buena relación con Dios, pero hay algo que para Dios es muy importante y que simboliza toda la obediencia. Esto es guardar el día de reposo el ir a visitarlo a su casa. V 2 “Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.
Todo el que confié en Dios y lo siga tiene esperanza a un el eunuco o el extranjero, Dios tiene misericordia. V 3 “Y el extranjero que sigue a Jehová no hable diciendo: Me apartará totalmente Jehová de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí yo soy árbol seco.
Lo único que tiene que hacer es visitarlo en su casa. V 4-5 “Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto,
56:5 yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá
.
Hasta los hijos de los extranjeros tienen esperanza en Jehová si acuden a su casa para servirlo como lo hacen sus verdaderos hijos. V 6 “Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto,
Dios dejo su casa para que los que le seguimos, le servimos y de esta forma podamos recrearnos, es decir ser felices. Y además nuestras ofrendas de  alabanza y oración serán escuchadas. V 7 “yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.
Muchos tal vez enseñan que no es necesario estar en la casa de Dios, pero ellos son guías ciegos e ignorantes. V 10 “Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir.
Estos pastores solo buscan a Dios por su propia conveniencia y provecho. V 11 “Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado.
Hay muchos pastores y seguidores de Dios que todavía no han dejado el mundo e influencian a otros para que hagan lo mismo. V 12 “Venid, dicen, tomemos vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como este, o mucho más excelente.
Dios tiene su casa no busques pretextos para no visitarlo, no lo dejes con sus brazos extendidos el te está esperando.



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